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viernes, 17 de agosto de 2012

Las Crónicas de la Torre: El Valle de los Lobos- Laura Gallego García ... Parte 5


CAPÍTULO 14: El adiós
Lo último que vio ella con sus propios ojos fue la figura de un muchacho rubio con ojos verdes que se materializaba detrás del viejo hechicero y la miraba con profundo dolor. Lo último que dijo Dana con sus propias palabras antes de que la consciencia del Maestro se apoderase de ella fue:
                -Kai…
Sonrió y cerró los ojos. Cuando los abriera sería esclava del Amo de la Torre, pero eso ya no importaba, porque Kai volvía a ser libre.


Kai alargó un brazo hacia ella y la cogió de la mano, y Dana vio que los dedos de él aferraban los suyos de alguna manera, por primera vez desde que lo conocía.
<<Oh, Kai>>, murmuró, y se acercó a él, y lo abrazó y, aunque fue un contacto extraño, porque ninguno de los dos tenía cuerpo, a Dana le pareció maravilloso. El chico la estrechó entre sus brazos y, Dana lo sintió real y verdaderamente junto a ella.


“Sólo tienes una vida para vivir, Dana. No la desperdicies como hice yo.” (Kai)


<<Por favor>>, insistió Kai. <<Vuelve. Vive>>
<<Me pides que renuncie a ti. >>
<<Eso nunca. Pero cada cosa tiene su momento, y nuestro momento aún no ha llegado. Vuelve a la Torre, Dana. Vuelve a la vida. Por favor. >>
Dana lo miró de nuevo y pensó que era pedir demasiado. Pero era Kai quien se lo pedía, y ella no podía negarle nada. Cerró los ojos y se esforzó en pensar en Maritta y en Fenris. Trató de apartar a Kai de su mente, pero la idea de volver a perderle le quemaba por dentro como una espada de fuego.
<<Me partirás el corazón si me obligas a marchar>>, le dijo finalmente, sonriendo con tristeza.
Él ladeó la cabeza, sonrió y la miró con cariño.
<<Tú eres fuerte. >>


Sobre la amplia mesa del estudio yacía el cuerpo inerte de Dana, la joven hechicera que había ofrecido su libertad a cambio de la del ser que amaba, el espíritu de un muchacho que había muerto quinientos años atrás.


Fenris cerró los ojos y lloró por primera vez en ciento cincuenta años. Dana había sido su única amiga, ahora lo comprendía. Y no podía quedarse ni un día más bajo el mismo techo que el hombre que se la había arrebatado.


“En mi tierra tenemos un dicho: aquel que no mira nunca hacia abajo es hombre muerto.” (Maritta)


Dana: “No te vayas. No me dejes.”
Kai: “No voy a dejarte. Eres una Kin-shannay, y sabes de la vida y de la muerte más que cualquier mortal. Sabes que en el fondo nada muere, y que yo te estaré esperando.”


“Vive. No trates de acortar tu existencia para reencontrarte conmigo antes de tiempo. Vive muchos años, vive intensamente, vívelo todo. Vive por mí la vida que no pude vivir yo.” (Kai)



Epílogo
La dama y su acompañante se quedaron allí un rato mientras un manto de estrellas cubría el valle. Entonces ella alzó la cabeza para mirar a la luna. Estaba en cuarto creciente, como una raja de melón o una enorme sonrisa, y entre sus dos picos brillaba una estrella excepcionalmente hermosa.



La maldición de Aonia
“Quiere comerse el mundo, pero aún es muy joven.” (Aonia)


“No puedes seguir protegiéndolo de sí mismo. Si quieres que crezca y madure, deja que sufra. Déjalo enfrentarse a un reto difícil. Tal vez eso le baje un poco los humos.” (Maritta)


Aonia: “¡Pero, bueno…! ¿Quién se supone que dirige esta escuela, tú o yo?”  
Maritta: “Cuando te sorben el seso, yo. Soy la única que parece tener algo de sentido común en esta casa de locos.”


“El nuevo Señor de la Torre será aquel que supere la prueba del unicornio y obtenga su poder… y tú, muchacho, no eres esa persona y nunca lo serás.” (Aonia)



FIN.

lunes, 13 de agosto de 2012

Las Crónicas de la Torre: El Valle de los Lobos- Laura Gallego García ... Parte 4


CAPÍTULO 11: Atrapados
“Has arriesgado tu vida de nuevo a pesar de mis advertencias, Dana. Y no sólo has sobrevivido, sino que además has llegado donde nadie antes lo había hecho. Muy bien, discípula. Eres la aprendiza más prometedora que he visto jamás.” (Suren)


“¿Cómo que qué hago aquí? Estoy contigo.” (Fenris)


“Eres una Kin-Shannay, te has puesto en contacto con una archimaga fallecida y el unicornio pretendía entregarte su tesoro. Estás destinada a hacer grandes cosas, Dana. Quizá a tu lado pueda aprender a librarme de esta maldición que me atormenta y me tiene prisionera de mí mismo.” (Fenris)


“Por favor, haz un esfuerzo. Por ti, por mí. Porque, según dices, nos queda poco tiempo juntos; y no quiero pasarlo aquí, en medio de ninguna parte.” (Dana)


“Volveré para buscarte.” (Kai)



CAPÍTULO 12: El regreso de Aonia
“¿Aún no lo has entendido? Dana, la Puerta eres tú.” (Kai)


“La vida y la muerte son parte de cada criatura. Tu mundo y el mío no son opuestos, sino paralelos y complementarios.” (Kai)


Kai sonrió, y Dana sonrió también. En aquel momento habría hecho todo lo que él le hubiese pedido sin dudarlo un segundo.



CAPÍTULO 13: La prueba del fuego
Kai: “Iré con Dana. No voy a dejarla sola.”          
Aonia: “Sé que es tu deber, y sé también que no la proteges sólo por obligación. Pero la mejor forma de protegerla es alejarte de ella, Kai, al menos por ahora.”


Kai: “No quiero dejarte ir.”                     
Dana: “Volveré contigo. Yo tampoco quiero separarme de ti.”


“Sabes que haré lo que sea. Todo lo que me pida, con tal de que libre a Kai.” (Dana)


“Sabes que habría arriesgado mi vida por tu causa, Aonia. Pero no puedo arriesgar la de Kai. No se lo merece.” (Dana)


En un momento pasaron por su mente escenas de toda su existencia, y algo se rebeló en su interior. No podía morir ahora, no ahora que Kai la necesitaba.

sábado, 4 de agosto de 2012

Las Crónicas de la Torre: El Valle de los Lobos- Laura Gallego García ... Parte 3


CAPÍTULO 7: La noche de los lobos
Sintió que él la abrazaba por detrás. De nuevo notó que la invadía aquel sentimiento  tan intenso, aquel cariño tan especial que con el tiempo había nacido en su corazón, provocado por su mejor amigo. Y, junto al sentimiento, como era habitual, renació en su pecho el miedo y el dolor.
                <<No puedo enamorarme de alguien a quien no puedo tocar>>, se recordó a sí misma, y se obligó a mantener la cabeza fría, a mirar al frente y a olvidar que Kai estaba tan cerca que se le aceleraba el corazón.


Dana cerró los ojos y dejó que el contacto intangible de Kai la llenase por completo. No era tan sólido como el corcel sobre el que cabalgaba, pero había algo mágico, único, en aquel roce suave como la brisa, dulce y cálido como un rayo de sol.


Dana, agotada, no oyó un aullido que sobrepasaba a todos los demás, un aullido cargado de rabia, pena y dolor, que se elevó hasta la luna llena como una desesperada plegaria. Kai, en cambio, sí lo oyó, y compadeció a la desgraciada criatura que se lamentaba de aquel modo.



CAPÍTULO 8: Algunas respuestas
“El conocimiento es algo que va parejo a la capacidad de un mago” (Suren)


“Buenos días, princesa. Has dormido mucho.” (Kai)


“Escúchame bien. Correr aventuras es emocionante, intenso. Pero nada, ¿me oyes?, nada vale tanto como para dar la vida por ello. Nada. No lo olvides nunca.” (Kai)


“No quiero que te pase nada malo. No me lo perdonaría nunca. La otra noche estuviste a punto de morir y… bueno, no quiero tener que volver a pasar por ello.” (Kai)


-¿Puedo preguntarte una cosa?
Fenris sonrió.
-¿Puedo impedírtelo yo? –dijo suavemente.
Dana sonrió también. Empezaba a caerle bien el mago elfo.


-¿Nadie va a responder a mis preguntas en este lugar?
Fenris replicó con una alegre carcajada. Dana lo miró, confusa. Era la primera vez en cinco años que lo veía reír.
-Es el sino del aprendiz –comentó el elfo-. Nadie cuenta contigo hasta que no eres un mago completo. Vives arrastrando el peso de un montón de preguntas sin respuesta.



CAPÍTULO 9: La huida
“Kin-Shannay. Así llaman en mi tierra a las personas como tú. Son seres extraordinarios y en todo el mundo sólo existen un puñado de ellos. Sus poderes pueden llegar a ser ilimitados, porque ven mucho más allá, porque su mirada llega más lejos que la del resto de los mortales. Porque son una puerta abierta a otra dimensión.” (Fenris)


Dana: “Yo… he de decirte algo. Me da miedo, me da mucho miedo todo este asunto. Pero lo que más me asusta, ahora que sé lo que sé… es lo que siento por ti.”
Él no dijo nada, pero la abrazó, y Dana cerró los ojos para disfrutar de aquel contacto que era como una mezcla de brisa, sol y agua de lluvia.


 Kai: “Perdóname.”
Dana: “¿Por qué? ¿Por no decirme la verdad?”
Kai: “No; por quererte. No debería, ¿sabes? No te he causado más que problemas.”  
Dana: “No digas tonterías. Eres… Tú eres la persona que más quiero en el mundo. Me has dado muchas cosas. No sé que habría hecho sin ti.”


Era consciente de que ahora comenzaba lo verdaderamente peligroso y que, tanto si sobrevivían como si no, tanto si regresaban a la Torre como si escapaban de allí para siempre, nada volvería a ser igual después de aquella noche.


 
CAPÍTULO 10: El refugio del bosque
Fenris: “Sólo puedes hacer algo por mí. Si llega un momento en el que me miras a los ojos y no me reconoces, déjame atrás. No trates de escapar corriendo porque no lo lograrás. Teletranspórtate a un lugar seguro donde yo no pueda alcanzarte.”
Dana: “¿Cómo voy a dejarte atrás?”
Fenris: “Porque, si no, no saldrás con vida de esta, Dana.”


Dana suspiró, y se arrimó a Kai; el muchacho la rodeó con su brazo, pero ella aún se sentía inquieta. ¿Qué clase de amigos tenía?


Minutos más tarde oyeron un espeluznante aullido que eclipsó a todos los demás.


A través del gélido cristal, Dana pudo ver mientras se alejaba a una criatura que arañaba el muro y aullaba de rabia. Costaba reconocer en ella, bajo los rasgos lobunos, al mago elfo de ojos color miel.


“Aprendí, demasiado tarde… que la vida es demasiado preciosa como para ponerla en peligro sin una buena razón.” (Kai)


“La vida tiene algo de mágico e irrepetible.” (Kai)


“He cometido un error. Se suponía que no debía implicarme, pero te he tomado demasiado cariño, Dana. No debí dejar que pasara.” (Kai)


“Creo que me habría enamorado incluso si tú no fueras la única persona en el mundo que puede escucharme. Así que muchas veces he pensado que ninguno de los dos ha tenido la culpa, y que era inevitable.” (Kai)


“Era mejor disfrutar de este tiempo juntos. Si hubieras sabido que yo me iba a marchar, nunca habrías llegado a ser del todo feliz. Y la vida hay que aprovecharla al máximo, Dana. Te lo digo por experiencia.” (Kai)


Dana: “Me dijiste que nunca…”
Kai: “Nunca, y eso es cierto. Estaremos separados un tiempo cuando yo me vaya. Pero algún día nos reuniremos al Otro Lado, y esta vez sí será para siempre… si todavía me recuerdas entonces.”       
Dana: “Nunca te olvidaré.”

martes, 31 de julio de 2012

Las Crónicas de la Torre: El Valle de los Lobos- Laura Gallego García ... Parte 2


CAPÍTULO 4: Primeras lecciones
“Nunca antes habías visto un elfo, ¿verdad?” (Fenris)


“Aquí solo estamos tú y yo. Es una escuela muy selecta.” (Fenris)


“Son malos tiempos para la magia” (Fenris)


“¡Y ahora una niña granjera! ¿Qué andará tramando ese viejo chivo?” (Maritta)


“Si alguna vez me necesitas para algo que no sea recitar galimatías y conjurar rayos y truenos, búscame abajo del todo: en las cocinas. ¿De acuerdo?” (Maritta)


“La vida es el único fin de toda criatura. Una vez comprendas esto, comprenderás el mundo, y te será más fácil controlarlo. ” (Suren)


“La magia no es más que eso: la comprensión y control de la energía que mueve el mundo. ” (Suren)



CAPÍTULO 5: Visiones
Pese a lo mucho que había cambiado su amiga, él todavía podía leer en su corazón como en un libro abierto.


-Me romperás el corazón si te vas y me dejas aquí solo.
Dana aparentó estar molesta, pero en el fondo sabía que no podía resistirse a su encanto.
Y Kai lo sabía también.


“Los sentimientos son parte de la vida, y no nacen dentro de ti para que tú los encierres bajo siete llaves.” (Kai)


Dana ahora ya no confiaba en Kai o, al menos, no de la misma forma que antes. Sin empargo, en el fondo sabía que era porque tenía miedo, miedo del sentimiento que estaba naciendo en su corazón, provocado por alguien a quien no podía tocar.


“Mi destino es la magia. Si para ello he de seguir sola… muy bien. Que así sea. No necesito a nadie más. A nadie en absoluto.” (Dana)


“Sé muchas más cosas sobre todo, pero sigo sin saber nada de ti.” (Dana)


Mucho después de que Dana se durmiera, Kai seguía despierto, a su lado, siempre a su lado, velando su sueño y sumido en una tristeza que su amiga nunca llegaría a comprender, una tristeza infinitamente mayor a la que jamás sentiría ella.



CAPÍTULO 6: Preguntas
“Déjame que te recuerde dos reglas básicas de la magia: todo es posible y las cosas no siempre son lo que parecen.” (Kai)


“No podría volver a ser granjera ahora que he conocido la magia. Creo que he encontrado en la Torre el sentido de mi vida.” (Dana)


“Hija, nunca pensé que ese elfo larguirucho te sorbiese el seso de esta manera.” (Maritta)


“No entiendo gran cosa de magia, pero he pasado casi cien años en este lugar y, si algo he aprendido, es que cuando hay magia de por medio todo es posible. Las cosas que siempre habíamos tenido por ciertas ya no tienen sentido, y las más atrevidas quimeras pueden tomar cuerpo. Las leyes naturales se trastocan a voluntad, y no hay punto de referencia. Todo puede ser real o no serlo.” (Maritta)


“Los humanos sois curiosos por naturaleza. ¿Crees que serías capaz de quedarte sentada sin buscar respuestas?” (Maritta)


Kai: “Te la vas a cargar”
Dana: “¿Pero tú de qué lado estás? ¿Me apoyas o no?”
Kai: “Hasta la muerte y más allá”