CAPÍTULO
4: Primeras lecciones
“Nunca antes habías visto un elfo, ¿verdad?” (Fenris)
“Aquí solo estamos tú y yo. Es una escuela muy selecta.” (Fenris)
“Son malos tiempos para la magia” (Fenris)
“¡Y ahora una niña granjera! ¿Qué andará tramando ese viejo
chivo?” (Maritta)
“Si alguna vez me necesitas para algo que no sea recitar
galimatías y conjurar rayos y truenos, búscame abajo del todo: en las cocinas.
¿De acuerdo?” (Maritta)
“La vida es el único fin de toda criatura. Una vez
comprendas esto, comprenderás el mundo, y te será más fácil controlarlo. ” (Suren)
“La magia no es más que eso: la comprensión y control de la
energía que mueve el mundo. ” (Suren)
CAPÍTULO
5: Visiones
Pese a lo mucho que había cambiado su amiga, él todavía
podía leer en su corazón como en un libro abierto.
-Me romperás el corazón si te vas y me dejas aquí solo.
Dana aparentó estar molesta, pero en el fondo sabía que no
podía resistirse a su encanto.
Y Kai lo sabía también.
“Los sentimientos son parte de la vida, y no nacen dentro de
ti para que tú los encierres bajo siete llaves.” (Kai)
Dana ahora ya no confiaba en Kai o, al menos, no de la misma
forma que antes. Sin empargo, en el fondo sabía que era porque tenía miedo,
miedo del sentimiento que estaba naciendo en su corazón, provocado por alguien
a quien no podía tocar.
“Mi destino es la magia. Si para ello he de seguir sola… muy
bien. Que así sea. No necesito a nadie más. A nadie en absoluto.” (Dana)
“Sé muchas más cosas sobre todo, pero sigo sin saber nada de
ti.” (Dana)
Mucho después de que Dana se durmiera, Kai seguía despierto,
a su lado, siempre a su lado, velando su sueño y sumido en una tristeza que su
amiga nunca llegaría a comprender, una tristeza infinitamente mayor a la que
jamás sentiría ella.
CAPÍTULO
6: Preguntas
“Déjame que te recuerde dos reglas básicas de la magia: todo
es posible y las cosas no siempre son lo que parecen.” (Kai)
“No podría volver a ser granjera ahora que he conocido la
magia. Creo que he encontrado en la Torre el sentido de mi vida.” (Dana)
“Hija, nunca pensé que ese elfo larguirucho te sorbiese el
seso de esta manera.” (Maritta)
“No entiendo gran cosa de magia, pero he pasado casi cien
años en este lugar y, si algo he aprendido, es que cuando hay magia de por
medio todo es posible. Las cosas que siempre habíamos tenido por ciertas ya no
tienen sentido, y las más atrevidas quimeras pueden tomar cuerpo. Las leyes
naturales se trastocan a voluntad, y no hay punto de referencia. Todo puede ser
real o no serlo.” (Maritta)
“Los humanos sois curiosos por naturaleza. ¿Crees que serías
capaz de quedarte sentada sin buscar respuestas?” (Maritta)
Kai: “Te la vas a
cargar”
Dana: “¿Pero tú de
qué lado estás? ¿Me apoyas o no?”
Kai: “Hasta la
muerte y más allá”